Beato Carlo Acutis

Carlo Acutis (Londres, 3 de mayo de 1991 – Monza, 12 de octubre de 2006) fue un estudiante italiano y un aficionado programador de informática, conocido por documentar milagros eucarísticos alrededor del mundo y catalogarlos en un sitio web que creó antes de su muerte por leucemia. Fue beatificado por la Iglesia católica en Asís el 10 de octubre de 2020 por un milagro atribuido a su intercesión.

Biografía

Carlo Acutis nació el 3 de mayo de 1991 en Londres, Reino Unido, en el seno de una familia italiana, originaria de Lombardía. Sus padres, Andrea Acutis y Antonia Salzano, se encontraban en Londres por motivos profesionales en el momento de su nacimiento, sin embargo, tras el nacimiento de Carlo, la familia Acutis regresó a Italia en septiembre de ese mismo año para más tarde instalarse en la ciudad de Milán. Allí asistió a la escuela primaria y secundaria con las Hermanas Marcelinas, luego fue al Liceo Clásico León XIII, dirigido por los jesuitas.​ En la capellanía de la secundaria ejerció cierta influencia con su ejemplo, lo que hizo que más tarde fuera destacado por el plantel docente de la institución. Carlo transmitió en particular la importancia que tenía para él la Eucaristía que según él era «la calzada que lleva al Cielo».​ Fue criado en una familia tradicional pero no practicante. Sin embargo, a temprana edad mostró su gusto por la piedad y rezar en las iglesias, durante los viajes familiares solicitaba a sus padres visitar los santuarios de la región. Desde temprana edad, tuvo una devoción por la Eucaristía y por la Virgen María, a quien luego definió como «la única mujer de mi vida».​ Se interesó por la historia de las apariciones de Nuestra Señora de Lourdes y de la Virgen de Fátima, también estudió la vida de los santos, entre ellos Luis Gonzaga y Tarsicio, pero en particular se interesó por Francisco de Asís, Antonio de Padua, Domingo Savio y los tres pastores de la Virgen de Fátima: Francisco Marto, Jacinta Marto y Lucía dos Santos. Su madre tomó clases de teología para poder responder a las cuestiones que Carlo le planteaba.1​ A los siete años Carlo manifestó su deseo de recibir la comunión a la que llamó «mi autopista hacia el Cielo». ​ Para no ceder a lo que creían que era un capricho, sus padres consultaron a monseñor Pasquale Macchi, ex secretario del papa Pablo VI. Tras constatar la madurez del niño, el prelado lo autorizó a realizar su primera comunión. La ceremonia tuvo lugar en el Monasterio Ambrosiano de Perego el 16 de junio de 1998. Desde entonces y hasta su muerte, Carlo asistió todos los días a misa. En una ocasión dijo: «Si nos acercamos a la Eucaristía todos los días, vamos directos al Paraíso». Rezó el rosario todos los días, se confesaba una vez por semana y participaba en el catecismo para los niños de su parroquia.​ También dedicaba su tiempo libre a visitar a los ancianos y ahorraba dinero para dárselo a los más necesitados, ayudaba a las personas sin hogar, fue voluntario en los comedores populares y ayudó como catequista,​ a menudo decía: «La felicidad es mirar a Dios. La tristeza es mirarte a ti mismo». Mostró interés por las tecnologías de la información y la comunicación y como aficionado a la informática, ideó y organizó un material audiovisual relacionado con sus creencias religiosas acerca de la Eucaristía y los milagros eucarísticos. Fue precursor del uso de estos materiales para la difusión de contenidos religiosos. Tras dos años de investigación y viajes, en los que también participaron sus padres, elaboró una de sus obras más importantes: una exposición sobre los milagros eucarísticos en el mundo, su trabajo recoge un total de 136 milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia católica, con fotografías y descripciones. La exposición se inició en un sitio web pero posteriormente se materializó y se ha difundido por los cinco continentes. Solo en los Estados Unidos ha llegado a varias parroquias y universidades. También a algunos de los santuarios marianos más famosos, como Fátima, Lourdes y La villa de Guadalupe,​ por esta razón, se ha pensado en él como posible patrono de Internet.

Enfermedad y fallecimiento

Carlo enfermó de leucemia del tipo M3, a principios de octubre de 2006.​ Al entrar al hospital le dijo a su madre: «De aquí ya no salgo».​ Más tarde, también les comentó a sus padres: «Ofrezco al Señor los sufrimientos que tendré que padecer por el Papa y por la Iglesia católica, para no tener que estar en el Purgatorio y poder ir directo al Cielo». Cuando la enfermera le preguntaba cómo se sentía con esos dolores, Carlo respondía: «Bien. Hay gente que sufre mucho más que yo. No despierte a mi madre, que está cansada y se preocuparía más».​ Pidió la extremaunción y tres días después del diagnóstico, el 12 de octubre de 2006, falleció en el hospital San Gerardo de Monza, Italia.​ Antes de conocer su enfermedad, Carlo grabó un vídeo donde dijo que, si moría, le gustaría que lo enterraran en Asís. Por ello fue sepultado allí.

Fama de santidad

El día de su funeral asistieron varias personas inesperadas. Según su madre, había personas que ella no conocía, como personas sin hogar, inmigrantes, mendigos y niños. Gente que le hablaba de Carlo y de su trabajo social, de lo que él había hecho por ellos, y de lo que ella no sabía nada.​ Existen más de doscientos sitios y blogs que hablan sobre él en diferentes idiomas y hay historias de conversión inspiradas en él que ocurrieron tras su muerte.​ Los padres recibieron cartas y solicitudes de oración de todo el mundo, y gran parte de este material fue recolectado durante la fase diocesana de beatificación.

Exhumación y confusión

El 5 de julio de 2018 Carlo Acutis fue declarado venerable por el papa Francisco. El cuerpo fue exhumado y se encontró en un estado de Incorruptibilidad cadavérica «bien integrado». Con el propósito de preservar su cuerpo, fue sometido a un proceso de embalsamamiento y su rostro fue reconstruido utilizando una máscara de silicona que recreó su apariencia para la posterior exposición.​ Las imágenes del cuerpo con el rostro reconstruido a la perfección contribuyeron a una confusión, ya que en diversos periódicos y en las redes sociales trascendió que su cuerpo se encontró intacto después de catorce años de fallecido.​ El 6 de abril de 2019, después de unos momentos de oración en la basílica inferior de San Francisco de Asís y en la catedral de San Rufino, los restos del beato Carlo Acutis fueron trasladados a la iglesia de Santa Maria Maggiore también llamada santuario della Spogliazione («del despojamiento») en Asís, mientras que su corazón fue puesto en un relicario que se quedó en la basílica inferior de San Francisco. A ambas ceremonias asistieron varios miles de personas. Tumba abierta de Carlo Acutis. El 1 de octubre de 2020 se abrió su tumba para exponer sus restos reconstruidos a la veneración de los fieles, como parte de los hechos previos a su beatificación.​ El muchacho se presenta además vestido como un joven de su época, con sudadera, vaqueros y zapatillas deportivas. En una nota difundida ese mismo día por la diócesis de Assisi-Nocera Umbra-Gualdo Tadino, el obispo Domenico Sorrentino señaló que las noticias que circulaban en torno a las reliquias del beato Carlo Acutis no respondían a la verdad al decir que el cuerpo haya sido encontrado incorrupto:​ «Al acto de la exhumación en el cementerio de Asís, ocurrida el 23 de enero de 2019 en vista al traslado al santuario, este fue encontrado en el normal estado de transformación propio de la condición post mortem (…) el cuerpo, si bien transformado, pero con varias partes todavía en su conexión anatómica, fue tratado con técnicas de conservación y de integración normalmente practicadas para exponer con dignidad a la veneración de los fieles los cuerpos de los beatos y de los santos. Una operación que se llevó a cabo con arte y amor. La reconstrucción de la cara con una máscara de silicona fue particularmente exitosa» (Cardenal Agostino Vallini ).​ En este mismo sentido, durante las ceremonias de traslado de las reliquias, el rector de la iglesia de Santa Maria Maggiore, Carlos Acácio Gonçalves Ferreira, explicó que el cuerpo del beato Carlo Acutis se encontraba «en un estado muy íntegro, no intacto, pero íntegro», ​ aclarando de nuevo el malentendido.

Beatificación

El proceso de beatificación fue iniciado por el cardenal Angelo Scola, en la arquidiócesis de Milán el 13 de mayo de 2013. El de 24 noviembre de 2016, la investigación diocesana se envió a Roma para ser estudiada por la Congregación para las Causas de los Santos. Tras el informe positivo de las distintas comisiones, el 5 de julio de 2018, en reconocimiento de sus virtudes heroicas, el papa Francisco lo declaró Venerable.​ Su madre afirmó: «Su jornada giraba en torno a Jesús, que estaba en el centro. Las personas que se dejan transformar por Jesús y tienen esta fuerte amistad con Dios interpelan a los otros, irradian la imagen de Dios».​ El 21 de febrero de 2020, tras un análisis de una comisión de médicos y la Congregación para las Causas de los Santos, el papa Francisco aprobó un milagro atribuido a la intercesión de Carlo Acutis, que permitió incoar su proceso de beatificación. Este milagro es la curación inexplicable de un niño en Brasil. El padre Marcelo Tenorio, vicepostulador de la causa de Carlo,​ cuenta lo sucedido aquel día: «El 12 de octubre de 2010, en la capilla de Nuestra Señora Aparecida, en nuestra parroquia de Campo Grande (Mato Grosso del Sur), en el momento de la bendición con la reliquia, se acercó un niño acompañado por su abuelo. El niño estaba enfermo de páncreas anular, una enfermedad congénita que se estaba tratando. Esta enfermedad causaba que el niño vomitara todo el tiempo, lo que lo debilitaba y lo abatía mucho, porque todo lo que comía lo devolvía, incluido el líquido. Ya llevaba una toalla, porque su situación era grave. Cada vez más débil, encontraría una muerte segura. Durante la bendición, el niño le preguntó a su abuelo qué debía pedir y este le dijo que rezara, pidiendo «para que dejara de vomitar», y así sucedió. Cuando llegó el turno del enfermo, tocó la reliquia de Carlo y dijo con voz firme: «deja de vomitar», a partir de entonces ya no vomitó más». En febrero de 2011, la familia solicitó que se realizaran nuevas pruebas al niño y se descubrió que estaba completamente curado. El sábado 10 de octubre de 2020 Carlo fue beatificado en Asís. La ceremonia, se celebró en la Basílica de San Francisco de Asís, por el cardenal Agostino Vallini, delegado del papa Francisco. Se presentó una urna que contenía como reliquia el corazón del nuevo beato.